Si estás monitoreando tu glucosa usando un CGM, tal vez pueda preocuparte ver un aumento de glucosa durante el ejercicio de alta intensidad. Calma, no hay nada por lo que debas de alarmarte. A pesar del aumento agudo en la glucosa, el entrenamiento de alta intensidad en realidad mejora tanto la glucosa en ayunas como la sensibilidad a la insulina a lo largo del tiempo. Ambas adaptaciones conducen a una mejor flexibilidad metabólica y control de la glucosa.
Durante el esfuerzo intenso, nuestras hormonas del estrés le dicen al hígado que libere el glucógeno almacenado en el torrente sanguíneo y que produzca nueva glucosa a partir de fuentes disponibles para alimentar el mecanismo de defensa conocido como lucha o escape. Por lo tanto, no es inusual ver un aumento en tu glucosa en sangre durante un entrenamiento de alta intensidad. Este aumento es una indicación de que estás movilizando tu glucógeno almacenado (lo que significa que el entrenamiento es demasiado intenso para que tu cuerpo dependa principalmente de la grasa y necesite usar la glucosa como combustible). Esta es una respuesta fisiológica completamente diferente a comer una galleta que eleva tu glucosa y que puede causar resistencia a la insulina a la larga; los picos relacionados con el ejercicio se asocia con una mejor sensibilidad a la insulina a largo plazo, ¡lo cual es bueno!
En el siguiente video explicamos esta relación entre la glucosa y el ejercicio:
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